Conoce las alitas de pollo cubiertas en 24 kilates de oro
Elaboradas por primera vez en Buffalo, Nueva York, en los años sesenta, las alitas de pollo se han convertido en una sensación mundial por su sencillez y su delicioso sabor picante. Actualmente, éstas las puedes encontrar (cómo entradas o platillo principal) en sports bars, cadenas internacionales de comida rápida, e incluso en bares o discotecas.
Con cada vez más frecuencia, los restaurantes alrededor del mundo convierten sus diferentes alimentos en “oro”, para que éstos luzcan más lujosos y claro, para ganar popularidad en redes sociales y para cobrar aún más por el producto. Aunque esta tendencia parece relativamente nueva, el consumo de este metal es una costumbre que viene de culturas ancestrales de distintas regiones del mundo: Egipto, China, India, entre otras, en donde ingerirlo hacía parte de una simbología que respondía a diversos significados.
En cuanto a las alitas bañadas en oro (24 kilates para ser exactos), se pueden encontrar en las dos sucursales de “The Ainsworth”, un sports bar ubicado Manhattan, Nueva York. El platillo o la especialidad (el cual fue presentado al público hace poco) es el resultado de una colaboración entre el restaurante y el chef Jonathan Cheban, conocido en algunos círculos como “el Dios de la Comida”.
Si crees que es demasiado extravagante para creerlo, en la cuenta de Instagram de The Ainsworth puedes encontrar el anuncio en torno a esta especialidad de la casa. El post contiene un video en el cual puedes observar al aclamado chef degustando su creación.
En cuanto a la receta, se sabe que las alitas se bañan en una mezcla de mantequilla, chipotle y miel y se dejan reposar durante 24 horas antes de ser cubiertas en láminas de oro comestible.
Las alitas se pueden pedir en órdenes de 10 piezas por 30 dólares, 20 piezas por 60 dólares o 50 piezas y una botella de Champagne Armand de Brignac por mil dólares. Todas las órdenes van acompañadas de aderezo blue cheese.
Una especialidad que sin duda tienes que probar durante tu próximo viaje a Nueva York, incluso si no son tu snack o bocadillo favorito. Después de todo, pocas personas en el mundo podrán decir que han probado alitas bañadas en oro.